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Habemus Papam

Carta de Alejandra Segura
Presidenta de la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas

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Con profundo respeto, gratitud y emoción, deseamos compartir con el mundo entero un mensaje en este momento histórico para la humanidad: la elección de Su Santidad León XIV como nuevo sucesor de Pedro. Su llegada al pontificado es, para nosotras, mujeres líderes católicas de todos los continentes, no solo un signo de continuidad y renovación en la Iglesia, sino también una semilla de esperanza para creyentes y no creyentes que anhelan un mundo más justo, más humano y más fraterno.

El nuevo Papa, nacido en Chicago en 1955, creció en una familia de raíces sencillas y profundas convicciones católicas. Desde temprana edad mostró una sensibilidad especial por el prójimo, y una inteligencia vivaz que lo llevó a destacarse en sus estudios. Asistió a la escuela secundaria de la Arquidiócesis de Chicago, y más tarde ingresó a la Universidad Villanova, donde estudió matemáticas, una disciplina que nutrió su pensamiento analítico y ordenado. Posteriormente, se formó en la espiritualidad agustiniana, que marcaría para siempre su modo de ver el mundo, con una mirada contemplativa, comunitaria y centrada en el amor.

Su vida ha tejido puentes reales entre el norte y el sur, el este y el oeste, entre las Américas, Europa y Asia. Su trayectoria une la riqueza espiritual de América del Norte con la experiencia viva de América Latina. Ha sido formado por las culturas, las ciencias y los pueblos. Posee una visión universal que lo habilita a integrar las múltiples realidades que atraviesan hoy a nuestro planeta, con la sabiduría de quien ha escuchado y caminado junto a los más humildes, y con la claridad de quien ha reflexionado con profundidad sobre los grandes desafíos de nuestro tiempo.

En 1985 fue enviado al Perú, donde se convirtió en pastor, hermano y servidor de las comunidades más olvidadas de los Andes. Su trabajo pastoral en regiones marcadas por la pobreza extrema, la minería extractiva, el aislamiento y el olvido, le permitió conocer los dolores y las esperanzas de miles de familias. Escuchó a las mujeres que luchaban por sostener sus hogares, consoló a los niños sin acceso a lo básico, y acompañó a hombres que trabajaban en condiciones inhumanas. Su cercanía al pueblo andino fue y sigue siendo un testimonio de amor sin condiciones.

Fue precisamente esa experiencia en los márgenes, ese vínculo profundo con los pobres, lo que le permitió construir una mirada eclesial en sintonía con la de Francisco. En 2019, fue llamado por el Papa argentino a servir en el Dicasterio para los Obispos, confirmando su liderazgo pastoral, su sensibilidad evangélica y su capacidad para discernir con sabiduría.

En León XIV se funden la cultura norteamericana en la que nació y se educó, con el amor apasionado por los desprotegidos que caracterizó al Papa Francisco. Por eso, tenemos la confianza y la esperanza de que sabrá escuchar y responder al clamor de las mujeres —especialmente en su vocación de madres, esposas, trabajadoras, servidoras— y de todos los hombres y mujeres que hoy viven en incertidumbre, sin saber si podrán alimentar a sus hijos, o si serán acogidos en tierras extrañas. Sabrá escuchar también a los jóvenes, a los migrantes, a las víctimas de la violencia y a quienes buscan sentido en medio del dolor.

León XIV no es solo un nuevo Papa. Es el signo vivo de una Iglesia que continúa caminando junto a los pueblos, que abraza la diversidad, que defiende la dignidad humana y que no teme salir al encuentro del otro. Es el pastor que necesitamos en este tiempo: valiente, compasivo, profundo. En su corazón arde el fuego del Evangelio que Francisco supo avivar con ternura, justicia y alegría. Y es ese mismo fuego el que hoy nos convoca a seguir construyendo, desde todos los rincones del mundo, una civilización del amor.

Desde la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas, elevamos nuestras oraciones por Su Santidad León XIV, y renovamos nuestro compromiso de seguir sirviendo, unidas, a la misión de una Iglesia más justa, más sinodal, más humana.


Alejandra Segura

Presidenta

Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas

PAPA LEON XIV SALUDANDO.avif
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