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Feminismo Católico

Actualizado: 10 feb

Definición y otras aproximaciones sobre el concepto.


1. ¿Qué es el Feminismo Católico?:


El Feminismo Católico es una forma de pensamiento y acción, con enfoque humanista y espiritual, arraigado en el respeto a la naturaleza humana e iluminado por la fe, que reconoce la originaria igualdad de valor y dignidad entre hombres y mujeres, a la vez que el recíproco apoyo a partir de sus diferencias específicas, y que se traduce en un movimiento cultural completo (político, social, económico, académico, etc.) de respeto a los derechos fundamentales de todo ser humano, que prioriza la protección de las mujeres contra toda forma de discriminación o violencia y la construcción de una sociedad justa y armoniosa con participación y liderazgo compartido.


Con base en lo anterior, el Feminismo Católico:


  • Reconoce y valora la grandeza y especificidad del genio femenino en todos los ámbitos de la vida social, económica y familiar,

  • Destaca la maternidad como un don (no solo biológico, sino fundamentalmente espiritual) y una tarea que enriquece la vida de toda mujer, y no limita su desarrollo personal y profesional.

  • Enfatiza el papel de la mujer en la vida pública, la política y la Iglesia, abogando por una participación equitativa y armónica en todos los niveles de toma de decisiones.

  • Promueve un liderazgo colaborativo entre hombres y mujeres, a partir de su identidad, que valora y realza los dones propios del ser mujer.

  • Muestra un profundo compromiso con la justicia social, la paz y el cuidado mutuo, desde una perspectiva del amor y la reconciliación.

  • Manifiesta apertura a la crítica constructiva, que busca la Verdad y el Bien de la humanidad; por tanto está abierto al diálogo con variados grupos de mujeres y con otras confesiones religiosas, en aras de un trabajo colaborativo para el bien común.

  • Defiende de manera activa los derechos humanos, ante cualquier forma de injusticia.

  • Denuncia la violencia de género, la discriminación y la cosificación, proponiendo alternativas constructivas para cambiar la cultura que perpetúa estas desigualdades.

  • Busca ser un instrumento de paz, alegría y trabajo colaborativo en la sociedad, para el bien de todos, que favorezca el desarrollo en plenitud de toda mujer, desde la infancia hasta la ancianidad.


2. ¿Cuáles son las cualidades de lo Católico en el Feminismo?:


El adjetivo católico aporta una visión única al feminismo, que integra valores de fe, espiritualidad, universalidad, entre otros.


A continuación, se destacan las características principales que definen este aspecto:


  • Universalidad: En consonancia con el significado de católico como universal, este feminismo es inclusivo y se dirige a todas las mujeres, independientemente de su condición social, creencias y circunstancias particulares, a la vez que invita a los hombres a colaborar activamente en la construcción de una sociedad equitativa y justa, donde mujeres y hombres trabajen juntos para el Bien Común, con respeto mutuo y reciprocidad, honrando así la dignidad inherente de toda persona.

  • Fidelidad y coherencia en la fe: El feminismo católico está arraigado en la Doctrina Social de la Iglesia y busca vivir la fe de manera coherente, decidida y alegre. Esto implica integrar los valores cristianos en la lucha por los derechos de la mujer, actuando en el mundo con una visión esperanzadora y constructiva de transformación social basada en la Providencia de Dios.

  • Conciencia de la dignidad y el rol particular de la mujer: Se subraya la idea de que cada mujer es hija de Dios, con un valor único e irremplazable.

    Este feminismo ve a la mujer como una persona íntegra y valiosa en todas las etapas de la vida, lejos de cualquier cosificación y estereotipo, y reconoce la riqueza de su identidad femenina, que incluye aspectos físicos, psicológicos y sociales propios, armonizables con los que corresponden a la naturaleza masculina.

  • Propuesta y acción solidaria: Más allá de la crítica a las injusticias, este feminismo busca hacer propuestas constructivas desde la fe y la razón, para atender las necesidades de toda mujer, especialmente de los grupos más vulnerables. Aporta un enfoque humanista en el que la igualdad y el respeto se promueven sin comprometer la identidad femenina o la naturaleza de los valores católicos.

  • Apoyo en María como modelo de mujer: El ejemplo de vida de la Madre de Dios en la tierra, orienta tanto el liderazgo femenino basado en la entrega y el cuidado, como el reconocimiento de la dignidad de la mujer en su relación con lo divino.


3. ¿Cuáles son los asuntos que preocupan más a por las mujeres de HOY?


Las mujeres en el siglo XXI, enfrentan retos y preocupaciones que, aunque varían según el contexto cultural y geográfico, tienen similares causas y consecuencias.

Esos retos y preocupaciones pueden agruparse en los siguientes aspectos:


  • Violencia y discriminación: Las mujeres sufren distintos tipos de violencia: física, psicológica, económica, social, laboral. La lucha contra la violencia de género es un pilar del feminismo católico, que aboga por políticas y acciones concretas para proteger a las mujeres de cualquier tipo de violencia o abuso.

  • Maternidad y conciliación: El equilibrio y armonía entre el trabajo fuera del hogar y la atención a la familia es un desafío para muchas mujeres. En innumerables contextos, la maternidad es vista como una barrera para el desarrollo profesional y personal, lo que genera presión y ansiedad para aquéllas que desean desarrollar una carrera sin renunciar a su papel de madres, así como para aquellas que necesitan trabajar fuera del hogar para el sostenimiento económico de ellas mismas y de sus hijos. La Red de Mujeres Líderes Católicas apoya la creación de un sistema de cuidados y políticas públicas, que involucre de manera responsable a los padres y a las madres en el sostenimiento, la crianza y educación de los hijos, de tal forma que todos se beneficien integralmente, y se posibiliten condiciones para la vida en familia, el desempeño de una profesión u oficio, así como para la participación social y el descanso, en beneficio propio, de la familia y de la sociedad.

  • Estereotipos y presión social: Enfrentar presiones relacionadas con estereotipos de belleza y consumismo, es parte de la vida cotidiana para muchas mujeres; es preciso por tanto, defender la búsqueda de una identidad femenina que valore su especificidad, sin estándares impuestos que resten aceptación, autoestima o autonomía.

  • Inseguridad y salud integral: La inseguridad pública, la migración y el trabajo forzados, la escasez de recursos para atender necesidades básicas, la discriminación, la cosificación, la falta de oportunidades de desarrollo, afectan la salud física, mental y emocional de las mujeres. Hoy son grandes desafíos la desesperanza ante un futuro incierto, la pérdida de confianza en la estabilidad de las relaciones familiares y comunitarias y la pérdida de seres amados por distintas formas de violencia social.

  • Voz, liderazgo y participación social: Las mujeres buscan justicia y un sentido de realización personal que les permita aportar desde sus talentos y capacidades. Se percibe la necesidad de valorar sus contribuciones tanto en la esfera pública como privada, en el seno de una sociedad respetuosa de la dignidad y los derechos de toda persona.


4. ¿Cómo puede proyectarse el Concepto de Feminismo Católico a través de la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas?:


La Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas, ha de ser sal, luz, fuente de inspiración sólida; abierta al diálogo internacional sin prejuicios ideológicos; orientada a estudiar los problemas que afectan a la mujer, con moderación en el tono y firmeza en las convicciones. Esta Red ha de llevar esperanza a cualquier sitio donde se traten temas sobre la mujer con seriedad. Hombres y mujeres somos co-constructores de una comunidad al servicio del Reino Divino.


Para llevar este concepto a la acción concreta, se proponen diversas estrategias en las que la RED pueda impactar positivamente:


  • Presencia en la vida pública y redes sociales: Aumentar la visibilidad de las mujeres católicas en el ámbito público, utilizando las redes sociales y los medios de comunicación para difundir un mensaje de justicia, paz y dignidad.

    Este esfuerzo no solo busca inspirar a otras mujeres, sino también influir en el discurso social y político sobre el papel de la mujer.

  • Apoyo y solidaridad con mujeres vulnerables: Se propone que la Red canalice esfuerzos hacia el apoyo a mujeres en situación de vulnerabilidad, como aquellas en contextos de pobreza, violencia o exclusión social. Esto incluye programas de capacitación, apoyo psicológico y la promoción de políticas públicas que protejan y eleven la calidad de vida de las mujeres.

  • Diálogo ecuménico y universal: La Red puede fomentar espacios de diálogo con otras confesiones y movimientos femeninos, construyendo puentes que permitan una colaboración en la defensa de los derechos y dignidad de las mujeres. Este diálogo debe ser respetuoso y enfocado en principios compartidos, sin perder la identidad católica.

  • Fortalecimiento del liderazgo femenino en la fe: Capacitar a las mujeres en valores cristianos y habilidades de liderazgo, promoviendo un estilo de liderazgo basado en el servicio y la solidaridad. La formación en este sentido incluye tanto aspectos espirituales como prácticos, que permitan a las mujeres ser agentes de cambio en sus comunidades y en la Iglesia.

  • Promoción de la corresponsabilidad: Incluir a los hombres como aliados en la misión de promover la dignidad de la mujer. La corresponsabilidad en el cuidado de la familia, la sociedad y el mundo, es esencial para este feminismo, que ve en la colaboración y la reciprocidad el camino hacia una transformación social equitativa y justa.

  • Incidencia en la construcción de mejores sociedades: Participación en iniciativas de ley, acciones afirmativas, políticas públicas y foros sobre la mujer en diversos países; cabildeo en poderes legislativos, judiciales, gobiernos, e instituciones a nivel global.


5. Conclusión:


Este feminismo católico de la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas es un llamado a la acción para todas aquellas mujeres comprometidas con su fe, con la dignidad humana y con la defensa de todos los derechos humanos de todas las mujeres a lo largo de la vida.


No es un feminismo de confrontación, sino de colaboración, reciprocidad y construcción, en el que mujeres y hombres son invitados a caminar juntos hacia un mundo en el que se respeten las diferencias y se valore la igualdad de dignidad.


La RED Internacional de Mujeres Líderes Católicas busca incidir en las estructuras y la cultura, luchando contra toda forma de violencia y promoviendo la paz, la reconciliación y una visión de amor en las relaciones humanas. Así, el feminismo católico se convierte en una fuerza transformadora que, apoyado en su identidad, busca el bien común y la justicia, y responde a las necesidades y esperanzas de las mujeres en el mundo actual.


Con base en todo lo expresado en este documento, se propone, a manera de resumen el siguiente:


DECÁLOGO del Feminismo Católico:


  1. Universalidad: En consonancia con el significado de católico como universal, este feminismo es inclusivo y se dirige a todas las mujeres, independientemente de su condición social y circunstancias particulares, a la vez que invita a los hombres a colaborar activamente en la construcción de una sociedad equitativa y justa.

  2. Fidelidad y coherencia en la fe: El feminismo católico está arraigado en la Doctrina Social de la Iglesia y busca vivir la fe de manera coherente.

  3. Conciencia de la dignidad y el rol particular de la mujer: Se subraya la idea de que cada mujer es hija de Dios, con un valor único e irremplazable.

  4. Propuesta y acción solidaria: Este feminismo busca hacer propuestas constructivas desde la fe y la razón, para atender las necesidades de toda mujer, especialmente de los grupos más vulnerables.

  5. Reciprocidad y corresponsabilidad social entre hombres y mujeres: Hombres y mujeres son iguales en dignidad ante Dios, ambos creados a su imagen y semejanza. Esta igualdad reconoce y valora sus diferencias, sus características propias para un recíproco apoyo. Ambos están llamados a trabajar unidos en la edificación de una sociedad justa, armónica y productiva.

  6. Participación en la vida pública, a favor de la persona, la familia y la sociedad: El feminismo católico defiende el derecho de las mujeres a participar plenamente en la vida social, económica, política y eclesial, con una voz fuerte y respetada que favorezca la paz y la justicia, evitando toda forma de discriminación o violencia.

  7. Valoración de la vocación a la maternidad y el liderazgo basado en el cuidado compartido: La maternidad, tanto física como espiritual, es una parte esencial de la identidad femenina. El cuidado y la empatía son componentes fundamentales de la vocación de la mujer. Sin embargo, es crucial reconocer que estas cualidades no son exclusivas del género femenino. Fomentar una ética del cuidado compartida entre hombres y mujeres, contribuye a evitar desigualdades y promueve una ciudadanía relacional basada en la participación y la igualdad.

  8. Respeto y apoyo a la vida: El feminismo católico promueve el respeto y apoyo eficaz a la vida de todo ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural. Reconociendo la dignidad inherente de la mujer como hija de Dios, está a favor de una educación integral que abarque su naturaleza femenina, su salud física, emocional, mental y espiritual, así como sus derechos y deberes. Además, enfatiza la importancia de informar sobre los recursos de apoyo disponibles en situaciones de vulnerabilidad, permitiendo así que las mujeres tomen decisiones libres y responsables para sí mismas y para sus hijos.

  9. Promoción de la espiritualidad femenina: El desarrollo de magnanimidad con visión trascendente, fe firme, esperanza cierta y amor desinteresado, aporta a la mujer capacidad para la toma de decisiones responsables que favorezcan el pleno desarrollo de sí misma y de la sociedad.

  10. Apoyo en María como modelo de mujer: Su ejemplo de vida orienta tanto el liderazgo femenino basado en la entrega y el cuidado, como el reconocimiento de la dignidad de la mujer en su relación con lo divino.


Autoría:


Este documento recoge las reflexiones de las integrantes del consejo de la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas, en asamblea celebrada el 25 de octubre de 2024, vía digital, así como también abreva en la Doctrina Social de la Iglesia fundamentada en el mensaje de Jesucristo, que ofrece una guía integral para abordar las cuestiones sociales y éticas de nuestro tiempo, fomentando una transformación social que refleje los valores del Reino de Dios.


Relatoría final: Marcela Chavarría-Olarte, Julieta Lujambio y Raquel Ivonne Vargas (noviembre 5, 2024).


Otras fuentes bibliográficas de apoyo:


  • Juan Pablo II. Carta Apostólica Mulieris Dignitatem: Sobre la dignidad y la vocación de la mujer. Ciudad del Vaticano: Librería Editrice Vaticana, 1988.

  • Binetti, Paola. Nuevos modelos de liderazgo femenino: entre viejos y nuevos feminismos. Roma: Edizioni Studium, 2021.

  • Burgraff, Jutta. Influencias en el pensamiento acerca de la mujer. Instituto de Ciencias para la Familia. Pamplona: Universidad de Navarra, 2020.

  • Hernández Sampelayo, María; Chavarría-Olarte, Marcela y 18 co-autoras más. Siglo XXI, el siglo de oro de las mujeres. Madrid: Editorial Universitas, 2011.

  • Ibarra Soto, Diana; Crespo Arriola, María Fernanda; Ochoa Torres, Susana, y co-autoras. Feminismo centrado en la persona: de la teoría a la realidad. Ciudad de México: Editorial Nun, 2023.

 
 
 

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